Siempre que alguien desaparezca de tu vida, no desaparecerá del todo. Sí, todo el que llega, pasa, deja su huella, su marca... Gandhi dijo una vez que las huellas dactilares no se borran de las vidas que tocamos. Son esas huellas las que nos identifican, las que hacen que una parte de nosotros se vaya con ellos, y que una parte de ellos se quede en nosotros. Sí, hay gente que nace para quedarse, para permanecer ahí, son las huellas dactilares que solo con sentirlas te ponen la piel de gallina, te erizan hasta los sentimientos, esas personas que, por muchos vaivenes que tengas, al final, en realidad, estarán ahí.
Pero los que se van, no se van sin un motivo, su lección ya ha sido dada, te han enseñado, bien sea por un golpe o por tenderte la mano para levantarte. No sabes para o por qué, pero se fueron. Pero su huella permanecerá contigo, y probablemente la encuentres en cualquier rincón de tu cuerpo o de tu mente, detrás de miles de huellas.
Lo mejor de las huellas es que siempre llevan un recuerdo detrás, y sea bonito o feo, es lo que está haciendo que seas como eres, aunque no te transmitan nada, aunque sea una huella de un desconocido, seguro que de una forma u otra te ha cambiado.
Y si te fuiste, que te vaya bien, pero te aseguro, que en una parte de ti siempre me llevarás contigo, espero dar la talla como huella, y acelerarte la respiración, y que siempre, siempre, al final de la historia, sonrias por ello.
martes, 20 de agosto de 2013
si acelero, es para que me frene
Esta de moda eso de estar loco. Todos los jóvenes ahora nos sentimos almas libres y sin querer ataduras. Todos usamos las frases referentes a la locura, la defendemos a toda cosa, igual que los pacifistas hacen con su paz, los aficionados a la tauromaquia defienden que es tradición, y los hippies defienden una filosofía de vida.
Sí es verdad que tenemos locos y locos... los hay de no pensar, los hay de actuar, los hay de los que hablan y hablan, y luego nada. Hay cabezas pensantes tachadas de locas y dementes porque, posiblemente, sepan más que lo que saben algunos pero hablando menos.
Pero al igual que todo esto, creo que estamos locos solo por rebeldía, por cambiar las costumbres, porque estamos en edad de experimentar.
Al igual que eso, pienso que todos los locos esperan alguien que esté más cuerdo. Un punto en el que si se aferran, obtengan algo de equilibrio, nada de subidas y bajadas en ese punto exacto. Es estabilidad, es mirar hacia delante y tenerlo claro. Es decir, estar loco está muy bien, estar loco teniendo metas y objetivos está mejor.
Por eso mismo, estamos esperando ese punto de equilibrio, que no sabes quien es, ni cuando llega, ni como lo consigue. Pero lleve mucho o poco, a lo mejor con una simple mirada, o una palabra, hace replantearte tantas cosas que de tanto pensar, podrías explotar.
Y sí, yo se que soy tan independiente y despistada que me salto diez mil stops y ceda el paso. Pero también sé que necesito ese equilibrio justo, el que solo te dan los que lo tienen lo suficientemente claro, los que transmiten más que hablan. De esos que ves y dices: es así lo que quiero.
Sí es verdad que tenemos locos y locos... los hay de no pensar, los hay de actuar, los hay de los que hablan y hablan, y luego nada. Hay cabezas pensantes tachadas de locas y dementes porque, posiblemente, sepan más que lo que saben algunos pero hablando menos.
Pero al igual que todo esto, creo que estamos locos solo por rebeldía, por cambiar las costumbres, porque estamos en edad de experimentar.
Al igual que eso, pienso que todos los locos esperan alguien que esté más cuerdo. Un punto en el que si se aferran, obtengan algo de equilibrio, nada de subidas y bajadas en ese punto exacto. Es estabilidad, es mirar hacia delante y tenerlo claro. Es decir, estar loco está muy bien, estar loco teniendo metas y objetivos está mejor.
Por eso mismo, estamos esperando ese punto de equilibrio, que no sabes quien es, ni cuando llega, ni como lo consigue. Pero lleve mucho o poco, a lo mejor con una simple mirada, o una palabra, hace replantearte tantas cosas que de tanto pensar, podrías explotar.
Y sí, yo se que soy tan independiente y despistada que me salto diez mil stops y ceda el paso. Pero también sé que necesito ese equilibrio justo, el que solo te dan los que lo tienen lo suficientemente claro, los que transmiten más que hablan. De esos que ves y dices: es así lo que quiero.
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